sábado, 8 de octubre de 2011

Mi hermano de Sangre diferente


Despues de tanto tiempo, tu aniversario ha roto los barrotes que contenian mi inspiracion.

Estrechar tu mano en aquel recreo donde comencé a existir, esquelético y marciano. Nunca pensé que el portarme mal, me llevaría a un cofre de grandes diamantes con nombre de colegio.

Mi maquina del tiempo hoy se estrella con tu sonrisa, con tus tiros al canasto que, según Rosa, siguen siendo certeros. Aunque en mi viven todos los pecados que no has hecho, debo confesarte que ningún gesto de amistad se ha perdido cual Narcizaso, pues en mi corazón compartido, llevo el cumulo de todos esos sucesos sin precio.

Conocí la amistad pura y verdadera cuando te conocí, amistad que quiero conservar en la bonanza, pero también en las tragedias naturales que caracterizan la mortalidad.

Hoy soy un morfo a punto de convertirme en fariseo, donde mis consejos son mejores que mi hoja de vida y donde mi libertinaje amenaza contra su propio autor. En este punto de mi vida, te pido y deseo que simplemente sigas siendo, pues el Karma nunca guarda para sí, lo que nos pertenece. Mientras eres, yo que no soy, intentaré un día calzar tu huella que me queda grande.

Gracias a la luz que me guió hasta tu camino y que bueno que me colé en la linea de tu vida que traza la curva de tu palma.

Nosotros siempre soñamos con que nuestros hijos se llamasen como tu y a la falta de hijos con pene, alguno provocó la envidia entre todos cuando logró que su hija te llame padrino, pero hemos logrado ahogar dicho celo con el ron.

De buena familia, digno de heredar la mejor estirpe, heredando también la carrera de la justicia y las cuerdas de una guitarra que ha aflorado en el maná de tu ocio.

Naciste para ser amigo y has cumplido esa profecía como el mejor de los mayas. Blanco en los ochentas, negro en los noventas; andas entre nosotros revelando los secretos y avances del mundo, rajas tu vestido para cubrir nuestras heridas y eres el mas sufrido en nuestro dolor. En tu pecho se entierran los clavos de nuestras manos.

Por tu vida atinada, siempre intenta seguirte una parte de mi, como una vez seguían muchas manos la parte baja de tu espalda. Hoy sabemos que si no fuera por esos pequeños momentos contigo, nuestra vida larga seria diferente.

Finalmente agradezco tu existencia y nuestro sueño es pacifico al saber que has logrado completar tu naranja con una media que tiene exactamente todo lo que te hace falta y a la que llamas more, cuando el moreno eres tu.

Dedicado a Ricardo el Tavera sin S
Dedicado a Ricardo mi hermano de sangre diferente.